E N T R E V I S T A   A L   P A D R E   L U I S   F A R I N E L L O
No pierdan el brillo en los ojos.
 Por Nati Vaccaro y Leo Distefano.
 

Cuarenta años al servicio del sacerdocio y de la comunidad.
Su lucha por el cambio social continúa. Los políticos lo defraudaron.
Rechaza el Poder imperante en el país: "ese Poder no me interesa".
Vuelve a su vida: El vasto mundo de los pobres. Su realidad.
En un mundo en crisis, espera que optemos por la vida. 

 


M
iércoles 2 de octubre de 2002, 17 hs., tarde gris en Quilmes, poca gente en la calle, entre llovizna y humedad, la Fundación del Padre Farinello trabaja. En su tosca oficina atiende llamados, recibe gente, anota pedidos, escucha con calma y consuela la queja de una mujer que dice padecer dolor físico y necesidad material. Nos recibe como amigos de antaño.
Escritorio gastado, sillas rotas, paredes descascaradas, diarios viejos, son el paisaje que recorre la vista de quienquiera ver... ‘en la humilde pero fecunda oficina, del cura de la comunidad de los pobres’... más allá de su propia realidad.
 

En varias entrevistas Ud. manifestó que con tantas propuestas "...el no hacer política sería una actitud cobarde", ¿por qué se retiró del ambiente político?

Sí. Te cuento un poquito como es. Yo tengo 40 años de vida de cura. Toda mi historia... cura del tercer mundo, cura obrero, estuve preso, con los militares, siempre trabajando con los pobres. Con el tiempo, la gente me fue conociendo, vinieron las propuestas políticas y yo siempre decía que no. Gobernador, Intendente, Diputado... siempre que no. Hicimos el Polo Social, que es un grupo de reflexión política. Fue creciendo tanto que la muchachada se entusiasmó, decían: "Luis, un partido...". Yo tenía muchas ganas. Era como si la vida me hubiese llevado por ese lado, me lo propusiera, era un desafío.
Hablé con el obispo Novak, que me conocía de tantos años y me dio el permiso. La gente que me quiere, no estaba de acuerdo, me decían: "No, por la comunidad. ¡No, Luis! no es lo tuyo". Me perdían en la Iglesia, me perdían en la comunidad. La gente ve la política como algo oscuro, como algo sucio. La gente que te quiere, no quiere que sufras: "Vas a volver fracasado, dolido, no vas a poder hacer nada, es tan difícil...". En ese contexto yo decía: "Si digo que no, sería un cobarde".
Hoy tengo otro obispo. Hablé con él ya hace cinco o seis meses, pero a él le parece mal que yo actúe en un partido político. Piensa distinto que el obispo anterior. Mandó un decreto que dice... "Un partido político no... que me dará una parroquia... que vuelva a la vida pastoral".

Se acerca un chico, de unos ocho años. Deja el mate sobre la mesa. Detrás, una mujer, joven y alegre, quien está cebando, parece su madre. Luis, recibe el gesto con ternura y despacito... como disfrutando, lo toma.
Éste es mi sobrino/nieto!
Mirá!... Hincha de Independiente!
Suelta una carcajada más que contagiosa...

Lo saca de la vida política...

De la política partidista. No de los pobres, de la lucha en la calle, de lo que sea... Pero sí del partido político. Me dice: "El sacerdote tiene que ser el hombre de todos, no de un partido político".

Y Ud. acepta la decisión...

Claro. Frente a esta disyuntiva me quedan dos cosas: una es rebelarme. "Monseñor... no le hago caso", va a haber una sanción y voy a dejar de ser cura. Me dedico a la política. Otra es obedecer. Pienso en la posibilidad de dejar de ser cura y... ¡yo me muero! Así que elijo volver. Igual, tengo compañeros, estamos bien cerca. En la lucha social, ahí tengo tanto trabajo para hacer. Fue una decisión del obispo y también viendo la política de cerca, desde adentro, es muy fea. ¡No hay patriotas! ¡Es una cosa...! Es un sufrimiento que... Reuniones interminables, vanidosas, estúpidas; seis, siete horas... internismo desgastador... Si vamos y si llevamos carteles a la marcha... Yo tengo gente que se muere de hambre, tantas cosas. Ves como ese poder, esa vanidad, ese silloncito y me cansa... ¡Qué se yo si me entendés!. Me usaron mucho, yo tenía buena imagen ¡Tengo buena imagen! Y entonces muchos oportunistas, en reuniones me decían que no van a ganar más de mil pesos, todo para los pobres, me aplaudían ¡Sos único! ¡Sos...! Pero una vez que tenían el cargo... ¡Chau! Adiós el cura, adiós la utopía.
Es muy difícil encontrar un grupo de compañeros... Tiene que venir... algo va a pasar en la humanidad entera, también políticamente. Pero por ahí habrá que seguir sembrando esperando. Si viniera una camada como la de los años setenta...

Tiene que ver con el tiempo...

El tiempo claro. Ojalá que venga un aire fresco. Ahora no lo hay. Lo intenté. Voy a seguir siendo cura.

Ud. dice que vio actos por parte de ciertos dirigentes, políticos, que tenían como finalidad acceder al poder, llegar a conseguir un puesto, y no luchar por el bien del pueblo ¿Por qué no hacer una denuncia pública? Dando nombres y apellidos.

No, yo he dicho cosas. He dicho cosas, pero... mirá... toda la gente importante... era una cosa que... todos los que se presenten... son todos.

TRES FETAS
Un día domingo a la noche había hecho fideos, me faltaba un poco de queso. Entonces fui... Estaba Pedro, el almacenero, grandote, simpático. Me cargó de San Lorenzo, de Boca Que sé yo! Le pido queso rallado. Me dice: "No compre queso rallado, cura, rállelo usted que es distinto!".
(Ahora tenemos el híper, te venden los quesitos rallados).
Trajo un queso para rallar. Lo ralló despacito. El vinito tinto. Separa un cachito de queso, lo prueba. "Cura... rállelo usted que es distinto!".

Y entró una parejita de la villa. Dieciséis, dieciocho años, riéndose, se besaban, se acariciaban. Yo me hice la película... No sé, estarían juntos cinco o seis días, o se habían amado esa noche, se amarían la noche siguiente. Estaban contentos, felices.

Entonces dice Pedro:
- Y ustedes muchachos?
- Mortadela! don Pedro.
- No tengo más, se me terminó. Tengo salame.
- Bueno, me da seis fetas?

Pedro va y corta el fiambre, acomoda las seis fetas, derechito, perfectas, con un amor... como si fuera una venta que lo salvara. Seis fetas!

- Algo más muchachos?
- Una Coca, pero chiquita!

Y le pagan, con dos pesos.
Temblando el pibe, que no salga más caro. Pedro, que es bueno, viste? hablando conmigo, como distraído, va y le da cuatro moneditas.
El pibe va y le dice a ella, despacito: "Mirá, sobró, sobró!"

-Pedro, no se enoje Pedro, eh?... No me da dos fetas más?

Estas son las cosas que a uno... Viste? Ellos podrán tener el Citibank, la deuda externa, y a Bush! De este lado hay dos pibes que se quieren y qué van a buscar?... "Tres fetas de salame cada uno". 
¿No puede denunciarlos?

No, no digo que no. Yo lo que te digo a vos, se lo digo a todos. No confío en ninguno de ellos. Su estilo de vida, cómo visten, sus oficinas, no entienden nada de lo que pasa. Me han dicho: ¡Acabala con los pobres!, por ejemplo. ¡Acabala!... ¡Me tenés podrido con los pobres! Están lejos del pueblo. Todos.

¿Por qué no una alianza con gente de la oposición, portadores de un discurso político similar al suyo?

Te cuento. Hicimos un esfuerzo grande, nos pusimos de acuerdo en cinco puntos en cuanto a lo económico. La Izquierda Unida, Lilita Carrió, Alicia Castro, gente del Frepaso, todo ese ámbito, la oposición a lo que estaba gobernando. Día y hora, conferencia de prensa, había como cincuenta legisladores, los puntos acordados, impresos para repartir, la gente, los periodistas. Empezaba una historia nueva.
Alguien dijo: "Lo leo yo". "¡Ah, no! Si lo lees vos, yo me voy" "Vos qué te crees...!" ¡Pun! ¡Chau! ¡Se terminó todo!. Toda la oposición: Si... la necesidad de unirnos, todo muy bien. Pero después... "¡Ésto lo leo yo! Si no, me voy." Es así. Todos se creen más de lo que son. No hay humildad.
En la política si hay una virtud que falta es la humildad. No el proyecto, esto se hace. La soberbia del poder mata, todo por esa falta de humildad.

Lo toma como una experiencia...

Sí. ¡Ojo! Voy a seguir cercano a todo ese mundo, porque de la política depende todo. La educación, la salud, las fábricas abiertas. De donde se pueda vamos a empujar y de donde no se pueda...
También me sirvió porque hablé con todos a solas y creo que hasta sembré en ellos, me ven como algo distinto. Renuncié a puestos importantes: la gobernación. "No, yo no quiero". "Pero ¡vos estás loco, Luis!...", me dijeron. Lo mío es distinto. Creo que di un testimonio de desprendimiento. Y de hecho, algunas noches, algún llamado telefónico, de gente muy conocida: "Mirá, Luis, estoy mal, mi esposa... No sé como manejar esto, mi hijo, las drogas... Luis qué te parece... ¿Visitás mañana a mi hijo?". Inclusive en ese ambiente me ven como sacerdote.

¿Ud. no considera que desde el lugar del poder podría hacer más por la gente?

Si hubiera una camada de gente, sí. Se podría hacer mucho. Pero para estar el ochenta por ciento del tiempo discutiendo, evitando que me serruchen el piso... No, porque ese es el gran desgaste de la política. Es tanto el internismo... Si hubiera una buena camada de gente me encantaría, pero para estar perdiendo el tiempo discutiendo cosas obvias, no. Prefiero estar tomando mate con la gente en la villa.

¿No le parece que dentro de ese ámbito podría poner límites?

No, mirá. Marcos dice cosas muy sabias con respecto a esto: "No me interesa el poder, ese poder no me interesa". Y algunos de los verdes que llegaron al poder en Alemania se fueron, porque al final el poder te chupa y terminás apoyando a la OTAN, a los medios de Irak.
Hay que revisar bien: ¿Cuál es el Poder? ¿Dónde está el Poder? Hasta que no venga esa camada... "¡Si viene esa camada sabés como me prendo!".

¿Hay que generar esa camada?

Hay que generar. Por eso lo social es fundamental. Marcos dice: "Antes que un puestito ahí, prefiero estar con los indígenas en la montaña, trabajando con ellos y haciendo bien". La historia es muy lenta. Uno a veces tiene la gran tentación de creer que en la vida de uno pueden darse todo lo que soñaron Artigas o Espartaco. Nuestra vida es un eslabón de una cadena larga. Me ayuda mucho una imagen de la sinfonía que está hecha por distintos momentos, donde los ritmos, las melodías, una cosa nada que ver con la otra. Viene Mozart, junta todo esto, y de repente explotan todos los instrumentos, te tiemblan las paredes. Lo que no tenía que ver, tiene todo que ver, y es armonioso y es formidable. Nos tocó un momento de la sinfonía tristona, y entonces a lo mejor la vida se nos va en esta tristeza. ¿De qué sirve...? Ahí está la sinfonía. Hay que hacerse sinfonía. Creás tus "do", tus "re", lo más claro posible y la sinfonía aunque parezca que no está, está. Si insistís, con amor, con fervor, si sembrás, estás en la sinfonía. Por ahí, tu vida es muy cortita en la sinfonía, aportás tu "do", nada más. Éste es el momento que me tocó vivir y aporto con lo que puedo, con la alegría... y como están las cosas hoy... (el Imperio, Bush, la locura) no va estar esa plenitud, pero siembro hacia eso.

En estos días el Intendente de Quilmes, Fernando Geronés, fue acusado por la justicia por fraude a la Administración Pública. La denuncia fue hecha por el Polo Social. ¿Significa que el partido está tomando un rol menos contemplativo y más participativo?

Esto es un hecho. El Polo social tiene actitudes un poco más creativas. Sí, (confirma la pregunta). Esto fue algo importante, pero no hemos terminado. Nuestros diputados han hecho proyectos de ley formidables.
En cuanto a FFCC, la deuda externa, la recuperación de la industria, la nacionalización de la banca.
Todo lo que ha sido escrito en nuestro libro, todas las propuestas han sido presentadas como proyecto de ley. Otro modelo económico, otra cosa. No tanto denuncias. Quizás el Polo Social sea un partido que tiene escrito su proyecto. Otros no lo tienen. Es triste. Después tenemos el Instituto, ecología, ciencia, técnica, educación, salud. Pocos partidos tienen los equipos técnicos que tenemos nosotros.
Cursos sobre historia argentina, sobre el rol del estado. Por la capacitación de la militancia, muchos partidos no hacen nada. Así, no solamente la denuncia. Aunque considero que la denuncia es una cosa importante.

Doce millones de dólares resulta una suma más que importante…

Imaginate. Y creemos que es más. Lo hizo este muchacho... Vicente, ex-combatiente.

ZAPATILLAS
Yo viajaba de Quilmes a Constitución, en tren. Viste como están? Faltan todos los vidrios. Los asientos destruidos. Vas a sufrir, te aparece un chico discapacitado...

Y había un señor que le faltan las piernas. Cinco o seis chiquitos descalzos correteaban por el tren. Este hombre les daba estampitas. Los chicos iban repartiéndolas entre la gente y volvían con las moneditas. Moneditas y estampitas. Había mucho amor. Era muy notorio el amor de este hombre por estos chicos. Corrían, los recibía, los abrazaba. Veías las sonrisas, las caritas. Era muy evidente. En una de esas, este hombre que le faltaban las piernas, saca una mandarina y cuando vienen los chicos, un gajito a cada pibe. Él no comió ninguna. Al que estaba al lado: un gajito, Señor?. Y conversan.

Llegamos a Constitución. Y este señor que está al lado conversando, conmovido por lo que veía, se pone de pié. Saca cien pesos. Vos sabés lo que es para un tipo que viaja en el Roca cien pesos?! Habrá cobrado una changuita, no sé. Y le dice así... bajito: "Tomá, comprale zapatillas a los pibes". Y se baja.
En el plano social: 12 comedores, donde se alimentan más de 3000 chicos por día, 5 programas de vivienda, una guardería, una radio comunitaria, una pañalera, consultorios (especialistas en pediatría, odontología, kinesiología, dermatología) y hasta una farmacia...

Sí, también una panadería, una carpintería, todo lo que sea para incentivar a la gente al trabajo. Que no sean solamente comedores, sólo dar de comer. También el tema de la ocupación. Si das y das, se vuelve en contra tuyo. Estás achanchando, humillando a la gente. Tenés y das. Ésto hay que hacerlo por los pibes…mientras vos tenés, das. Sos Gardel. Cuando decís: "No puedo", sos un hijo de puta.

Mucha gente no está informada, quiere saber como puede ayudar.

Pueden traer todo lo que sea. Sobre todo comida, que es lo que más hace falta todos los días. Pero también remedios. Yo gasto más plata en remedios que en comida. Estoy debiendo siete mil pesos en la farmacia. Es un muchacho muy amigo, que a veces cuando paso cerca me da vergüenza.
También chapas, tirantes, ropas, todo viene bien.

Todo lo que sea ayuda material, pero también la ayuda profesional…

Y también el tiempo. Si alguien dispone de dos horitas por semana, viene por aquí y yo la llevo a algún comedor. Porque no sólo de pan vive el hombre ¿No?. Viene una chica, le da unas caricias a los pibes, presta el oído. Los chicos precisan de esa ternura ¿viste?. Si vas seguido te esperan en la esquina, vienen corriendo. Te besan. Si esa chica que empieza a ir, después no va más... los chicos dicen: "¿Cómo?, esa chica que venía, ¿no viene más?". Aquellos que vengan tienen que saber que se comprometen. No es un tiempito nada más. Son personas. Si después son abandonadas, es mejor que no hubieran venido nunca.

Y en cuanto a profesionales... ¿Abogados? ¿Médicos?

Sí, todos hacen falta. Abogados siempre hacen falta. Pero tienen que ser decentes. Porque yo tuve una experiencia muy fea con un abogado. Un estafador. La saqué barata. Es un desastre, los valores humanos... estoy muy expuesto. ¡Imaginate que saliera por una cámara oculta! La televisión. ¡Un papelón!

¿Proyectos para el 2003?

Seguir resistiendo. Va a ser un año de volver un poco a lo que yo sé y a la parroquia. Bautismos, casamientos. Bauticé a ochenta mil pibes en Quilmes. Sesenta mil casamientos. Un poco buscar otra vez eso. El mundo de los enfermos, los hospitales. Es un mundo que yo extraño. Cuando la gente está grave, las confesiones... Ayudar a que la gente muera en paz. Lo sacerdotal es un mundo muy rico. Y por supuesto, la lucha que se da en la calle. Con los chicos, con Estela Carloto, Pérez Esquivel. Somos unos cuantos que nos manejamos juntos. Estamos unidos.
Desde los piqueteros hasta el gatillo fácil. Son todos víctimas de la represión. Derechos humanos...

Suena el teléfono. Fabio, un amigo le avisa que ocuparon una fábrica por la calle Agüero, "Ah…sí...", (la conoce), es cerca del barrio en donde nació. Toma un papel y anota los datos para concurrir.
Dedicarse a lo social y a la vida sacerdotal. ¿Y política, por ahora no?

Activista, no.

Luis, un mensaje para la gente, para el país.

Que no bajen los brazos. En este mundo tan loco que vivimos, y tan enfermo, hay mucho amor. A mí me gusta mucho observar las cosas…
Desde la mañana cuando me levanto, veo los jazmines, los pajaritos, los chicos de los comedores y la sonrisa de la gente. Se siguen enamorando. Sigue habiendo mujeres embarazadas. La vida es una maravilla. No se dejen ganar por la depresión. Vivir es maravilloso, no crean que uno va a ser feliz solo cuando tiene dinero.
Yo viajé varias veces por Europa, vi países maravillosos, con una calidad de vida inconcebible para nosotros. Y no son felices. Suecia es un país donde el suicidio de los jóvenes es el más alto del mundo. A pesar de que tienen todo, no son felices, no tienen el brillo en los ojos.
Yo les deseo eso, que no pierdan el brillo en los ojos. Y que no dejen de asombrarse por las maravillas.
Hay cosas que a mí me ayudan mucho, es decir, hay muchas cosas lindas. Y hay que resistir con eso. Ante este sistema de muerte, ponerle vida.

A los jóvenes... ¿qué les diría?

Que no se vayan del país, que esto es una maravilla. Que aquí nacimos, que amen nuestra música. El chori y el vino tinto. Que no se dejen seducir por la hamburguesa y la Coca. Que por acá anda la cosa.

Por último, a los adultos y a los mayores…

¡Ah...! Los mayores son los más olvidados de todos. Porque la cuerda se rompe por lo más fino. Los niños y los ancianos.
¡Uh!... Tanta gente no tiene laburo. ¿Cuántos matrimonios destrozados por eso? Yo conozco gente que amándose, están separadas. No pueden pagar más el alquiler. Así que ella se va con sus padres y él con los suyos. A la noche cenan juntos ¿viste?. Los dejan un ratito solos… pero de hecho están separados, queriéndose.

Cuando hay amor, se pueden hacer milagros. Los otros tienen los misiles…Y eso es muerte.
Y frente a la muerte, y la vida... Yo…
(Se hace un silencio...)
"¡Espero que ustedes también se queden con la vida...!"

 

DONACIONES Y AYUDAS: Fundación Padre Luis Farinello, Echeverría 441, Quilmes. Teléfono: 4253-0971

Entrevista realizada en Octubre de 2002 para el Taller de Escritura del Centro Cultural Ricardo Rojas.
Docente: Teresa Naios Najchaus
Entrevista y redacción: Natalia Vaccaro
Fotos en la entrevista y dirección de arte: Leonardo Distefano

 
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